Se define como un gravamen que se paga al adquirir un coche, y que generalmente no se percibe por que va incluido en la factura que se abona al concesionario.
Desde el 2020 la tasa ha sufrido una importante subida, debido al nuevo protocolo de emisiones WLTP, con el objetivo de gravar más a los coches contaminantes, es decir a aquellos que más emisiones de CO2 produzcan.
Dicho impuesto oscila entre los 0% y los 14,75% dependiendo del coche y de la etiqueta de emisiones de co2 que tenga.
Además, es importante mencionar varios colectivos que reciben descuentos o exenciones al pago. Las familias numerosas tienen una bonificación de un 50% del pago en el impuesto de matriculación, las personas con movilidad reducida, en este caso están exentas de pagar el impuesto y los vehículos profesionales como taxis o vehículos de autoescuela también están exentas del pago (Consulta más detalles en el ayuntamiento de tu ciudad).
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